A lo largo de la historia y en todas las civilizaciones se han sucedido hechos que no han tenido una explicación científica bien fundamentada. Muchos de estos hechos han pasado a la historia como leyendas o misterios que, a día de hoy, siguen sin estar resueltos. Dentro de este grupo de hechos encontramos “El Barranco de Badajoz”, todo un misterio que, a día de hoy, sigue sin desvelarse.
Historia del Barranco de Badajoz
El Barranco de Badajoz se encuentra en el municipio de Güimar, dentro de Tenerife. Podemos encontrarlo dentro de paisaje natural protegido de Siete Lomas. Se trata de un cañón canario muy conocido e importante, el más conocido de la isla. Tiene una altura máxima de 2259 metros y se encuentra formado por paredes verticales de cientos de metros de altura.
Según nos vamos adentrando en el barrando, las paredes se van estrechando hasta que se tocan, formando sellando el lecho del cañón. Debido a esto, seguir avanzando es una tarea reservada únicamente para especialistas en la escalada.
Si seguimos el cauce del barranco podemos encontrar numerosas galerías y cuartos abandonados que sirvieron para la extracción de agua. La parte más conocida de este barranco es La Cueva del Cañizo. Según la leyenda, en esta cueva se colocaban alimentos para realizar la curación de personas.
Existen numerosas leyendas sobre hechos sobrenaturales que han pasado a la historia por la imposibilidad de desmentirlas.
Misterios sobre el Barranco de Badajoz
La leyenda más conocida sobre este barranco es la de los “seres blancos”. Mientras dos hombres realizaban su trabajo en busca de agua en algunas de sus galerías en 1912, una de las paredes se vino abajo. Esto dejó al total descubierto una de las galerías, donde pudieron apreciar las figuras de tres seres blancos.
A partir de este punto surgen dos versiones de la misma historia, aunque la más conocida es la que asegura que los trabajadores tomaron contacto con estos seres, los cuales les indicaron el lugar correcto para escavar y encontrar agua. También se dice que corrieron despavoridos en busca de la Guardia Civil.
El segundo misterio más conocido es el de "la niña de la pera". Sucedió alrededor de 1900. Los padres de la pequeña la mandaron cerca del río a coger peras. La niña, obedeciendo las órdenes de sus padres, fue hacia el río a recoger las peras. La niña no volvió a casa y los padres organizaron grupos de búsqueda para rastrear la zona, pero la niña no apareció.
Tras varios años alguien llamó a la puerta de la casa de los padres. Cuando abrieron la puerta encontraron a su hija desaparecida, con la misma ropa y apariencia que el día que desapareció, y con el cesto de peras en sus manos.
La niña contó que se entretuvo jugando debajo del peral y se quedó dormida. Al abrir los ojos apreció la figura de un ser blanco y muy alto que la invitó a entrar en la cueva. Ambos descendieron por una escalera y llegaron a un jardín subterráneo. La niña aseguró que conoció a otros muchos seres blancos. Tras un rato allí, el ser blanco la acompañó hasta la entrada. Ella salió, cogió el cesto de peras y se fue, pero se dio cuenta de que el paisaje había cambiado. Para ella había sido alrededor de una hora cuando en realidad habían pasado varios años.
Estos son los misterios más conocidos ocurridos en este lugar, aunque existen muchos otros.
