Son muchos los acontecimientos que nos encontramos a lo largo de la historia sobre los cuáles no sabemos o no podemos dar ninguna explicación. ¿Te imaginas estar en una habitación y que todos los objetos de tu alrededor comiencen a moverse? Vamos a ver qué es lo que paso en Francia en 1846
Historia de la Niña Eléctrica
Angélique Cottin, más conocida como la niña eléctrica, era una niña de catorce años que se encontraba jugando con sus amigas tejiendo guantes de seda. De repente, las ruecas que se encontraban en la habitación comenzaron a moverse, incluso la mesa de roble empezó a moverse de forma violenta por la habitación.
Las niñas, muy asustadas, salieron corriendo de la habitación en busca de sus padres o de personas que fueran más mayores. Cuando éstos entraron en la habitación, vieron que allí no sucedía nada. Al principio pensaron que eran cosas de niños pero, entonces, Angélique entró en la habitación y las ruecas volvieron a moverse de forma descontrolada.
Este hecho se volvió a repetir a la mañana siguiente. Siempre que la niña entraba en la habitación se repetían los mismos acontecimientos. Tanto los vecinos como los padres de la niña creyeron que se encontraba endemoniada, por lo que decidieron llevarla a la Iglesia para que un sacerdote le realizara un exorcismo.
El sacerdote no quiso precipitarse y decidió ver los hechos por sí mismo. Esa noche llevaron a Angélique a la casa del párroco. En ella, empezaron a moverse algunos muebles, aunque la situación no era tan violenta como la vivida anteriormente. El Párroco decidió que debían llevarla al médico, gracias a lo cual este caso quedó registrado.
Fue el Doctor Tanchou quien le atendió. Impresionado por los acontecimientos que sucedían a través de Angélique, requirió los servicios del famoso físico y astrólogo Francois Arago, quien publicó un informe en 1846.
Los Resultados del Informe
El doctor Arago aseguró que los poderes de la niña eran totalmente reales. Llegaron a la conclusión de que sus poderes se desarrollaban en la parte izquierda del cuerpo, la cual alcanzaba una alta temperatura durante estos sucesos. También llegaba a las 120 pulsaciones.
La teoría de Arago mostraba que estos hechos sucedían como resultado del electromagnetismo. Según esta teoría, los objetos eran empujados de forma involuntaria. En muchas ocasiones fue herida por sus propios poderes, poderes que ella no sabía controlar. También se registraron hechos extraños como la aparición de ruidos o la disminución de la temperatura. Algo muy similar a lo conocido como Poltergeist. Los hechos sucedían por la noche y los objetos eran arrojados hacia el norte. La niña tenía una tremenda capacidad para saber hacia dónde apuntaba éste, como si de una brújula se tratase.
Una mañana, Angélique se despertó y sus “poderes” habían desaparecido. Los muebles ya no se movían a su paso y no había representación alguna de éstos.
Las causas de estos poderes siguen siendo todo un misterio y aunque sus padres y la propia Angélique fueron tachados de farsantes, tenían un gran grupo de científicos que corroboraron que sus poderes eran reales, ya que todos fueron testigos de los poderes que ella desprendía.
