Uno de los grandes misterios de la historia es el relacionado con la leyenda del Yeti, también conocido como el abominable hombre de las nieves. Vamos a ver en qué consiste esta figura y cuál es el misterio que gira a su alrededor.
Origen de la Leyenda del Yeti
La leyenda del Yeti comenzó a popularizarse a mediados del siglo XIX por unos aventureros que buscaban escalar el Everest aunque, tras ellos, fueron muchas las personas que aseguraron haber visto a este hombre enorme, peludo y blanco en las montañas.
En 1921, el coronel Howard-Bury, jefe de la primera expedición británica al Everest, aseguró que había visto a más de 6.000 metros de altura la silueta de una persona. Al alcanzar la zona, observaron en el suelo unas huellas de dimensiones descomunales.
En 1951, Erik Shipton fotografió unas huellas en Nepal que no pudieron ser adjudicadas a ningún ser que los humanos conocieran. Estas huellas eran excesivamente grandes y no encajaban con ningún animal.
A pesar de que éstos hombres fueron los que popularizaron a esta figura, los habitantes del Tíbet ya hablaban de él desde hacía cientos de años. En la mitología tibetaba se habla de un dios-mono.
El Yeti es un primate peludo con cara similar a la del hombre. Su tamaño estaría cerca de los tres metros. Además, tendría un enorme peso. Su pelo es de color blanco y en una tormenta de nieve podría confundirse con ésta.
Todos aquellos que han sido capaces de verlo aseguran que su aparición siempre sigue una metodología similar. En primer lugar se oye un silbido agudo. Siempre es visto en solitario, nunca se le vio acompañado de otro animal de su misma especie. Se trata de un animal que huye de cualquier tipo de contacto con el ser humano y desaparece en las montañas.
Estudios Sobre la Existencia del Yeti
A lo largo de la historia, y desde su descubrimiento, se han ido recogiendo numerosas muestras sobre el Yeti: pelos, excrementos, pisadas… Todas ellas han sido analizadas con el fin de encontrar algo sobre esta enigmática figura sobre la que se sabe tan poco.
Científicos de Estados Unidos han estado estudiando durante cinco años los restos de este animal: pelo, fragmentos de piel, sangre, saliva…. En el estudio participaron expertos en genética, medicina forense y patologías y todos aseguraron de que se trata de una especie única y que el Yeti no pertenece a ninguna de las ya existentes.
Llegaron a la conclusión, tras analizar su genética, de que el Yeti es un híbrido entre el ser humano y una criatura desconocida cercana a los primates, aunque muchos aseguraban que se parecía más a un oso polar. Según las pruebas de AND mitocondrial, el Yeti existe desde hace unos 15.000 años.
Su existencia es tan extraña que Igor Búrtsev, director del Centro Internacional de Hominología, aseguró que no se podía excluir la teoría de que éste ser fuera el resultado de la hibridación con extraterrestres, pues el ADN es excesivamente extraño.
Las conclusiones sobre diferentes estudios y congresos aseguran que esta figura existe y está confirmada en un 95%, aunque nadie sepa exactamente cómo ha surgido ni cómo ha aparecido.
