Uno de los grandes misterios de la antigüedad es el relacionado con los Cenotes Sagrados de México, también conocidos como los Cenotes Mayas. Éstos son unas misteriosas cavidades submarinas. Vamos a ver qué son y en qué consisten estos Cenotes.
Historia de los Cenotes Mexicanos
Desde la antigüedad, los cenotes mayas han sido considerados como enclaves sagrados de entrada a un mundo intraterrestre. Se considera que están habitados por deidades y seres mágicos.
Según las creencias de los antiguos mayas, a través de estos cenotes es posible entrar al mítico reino de Xibalbá, es decir, al inframundo, al universo de los muertos. Durante siglos, las culturas que vivían en México han considerado estos cenotes como sagrados. Sus leyendas giran alrededor de este elemento. Y, aunque al principio se encontraban asociados a la muerte, más tarde se relacionaron con la vida y la fertilidad. Aseguraban que el agua que se encontraba en estas cavernas era virgen, ideal para sus ceremonias.
Fray Diego de Landa fue un misionero franciscano y cronista del siglo XVI en Yucatán. Fue él quien decidió investigar ciertas zonas donde sabía que encontraría restos antiguos. Los guías indígenas de Fray Diego lo llevaron a Cenote, un pozo natural formado por el derrumbe del techo de un río subterráneo. De este modo, los hombres podían aprovechar el agua para su sustento.
Alrededor de este lugar han surgido numerosas leyendas, las cuales aportaron todo un halo de misterio sobre esta ciudad abandonada. Entre estas leyendas se contaba que había grandes tesoros entre las aguas del cenote. Edward Thompson, cónsul de Estados Unidos, decidió adentrarse en sus profundidades. Mandó nadadores para que bucearan en la zona. Fueron muchas las joyas que se encontraron.
Los Secretos de los Cenotes Mexicanos
Tras varias investigaciones en los cenotes, se realizaron grandes hallazgos. Se encontraron restos de unos 200 individuos, así como animales y artilugios de la época prehispánica. También se encontraron restos de carbón de hogueras a más de 30 metros de profundidad. Éstos, tienen una fecha de entre 8.560 años y 8.260 años antes de Cristo.
Son muchas las historias que han girado siempre alrededor de éstos cenotes. Aunque hoy están transformados en una especie de balnearios, los autóctonos de la zona no se atreven a sumergirse en sus aguas. Aseguran que éstas están encantadas y es de mal presagio.
Durante las últimas décadas han sido varios los arqueólogos que han estudiado estas cuevas a fondo. Fueron la base de las creencias de los mayas de Yucatán. Para los Mayas, estas cuevas eran las puertas de acceso a un mundo sobrenatural habitado por Chac, el dios de la lluvia.
No se sabe muy bien cómo éstos lugares han conseguido sobrevivir al paso de los años y cómo los mayas consiguieron mantenerlo en pie. Se dice que había seres intraterrestres responsables de mantener este lugar a salvo. Por ello, se pueden encontrar restos humanos en su interior, de innumerables guerras que se sucedieron para conseguir salvaguardarlo.
Hoy en día es considerado lugar de peregrinaje y son muchas las personas que acuden a este lugar.
