El Tarot es una baraja con la que se puede jugar y también
permite adivinar el futuro. Las
conjeturas sobre su origen son muchas y variadas. Posiblemente algunos tengan
razón, pero lo que es seguro es que toda la simbología de la que van cargadas
estas cartas proviene de religiones, filosofías y culturas muy antiguas. Este
hecho demuestra que desde antiguo los sabios estuvieron interesados en los
métodos adivinatorios.
El Tarot se encuentra formado por 78 cartas divididas en
Arcanos Mayores y Arcanos Menores. La
lectura del Tarot puede hacerse únicamente con los Arcanos Mayores o con ambos
juntos.
Los Arcanos Mayores son 22 cartas, en las que está
representado el universo desde su creación y el mundo terrenal hasta el mundo
espiritual. Las cartas del Tarot están llenas de simbología de todo tipo.
Aparte del significado que cada figura representada en cada carta, intervienen
otro tipo de símbolos: numerología, el significado de los colores, la lectura
de los gestos y las posiciones de las figuras y los elementos.
Los Arcanos Menores son 56, los triunfos o naipes, como los
de una baraja española.
Los Arcanos Mayores, en su conjunto, representan al universo y están divididas en 3 grupos:
las cartas del conocimiento, las de la acción y las de la emoción. Cada carta
tiene su significado, pero siempre estará condicionada por las cartas que la
rodean para poder sacar una conclusión. Todas las cartas pueden ser positivas y
negativas, dependerá de su posición en la tirada.
Son necesarios una serie de requisitos para echar las
cartas. Un tapete morado (el color de la mutación y trasgresión, del cambio),
una vela blanca, incienso, no cruzar las piernas para que las energías fluyan
(ni el consultante ni el cartomántico)… todo ello contribuye a crear el clima
apropiado. Luego, hay que intuir cual es la tirada que hay que elegir para
responder a las necesidades del consultante.
Por último, existen diferentes tiradas para poder realizar
una lectura de cartas: el Juego de las 3 cartas (pro, contra, resultado; o
adversario, consultante, resultado), la Cruz Celta o de las 6 cartas, el Juego
de las 11 cartas, el Juego de la Diana, el Juego de la Pirámide, el Juego de la
Estrella de Bohemia, la Estrella de David, el Calendario del Futuro, La Gran
Rueda, la Rueda Pequeña, etc.
En realidad cada persona acaba creando su forma personal de
tirar las cartas, siempre basada en una de las arriba citadas. Lo importante es
crear su propio código. Lo mismo ocurre con la forma de barajar y de cortar las
cartas.